Tu corazón, una naranja helada
Tu corazón, una naranja helada
Con un dentro sin luz de dulce miera
Y una porosa vista de oro: un fuera
Venturas prometiendo a la mirada.
Mi corazón, una febril granada
De agrupado rubor y abierta cera,
Que sus tiernos collares te ofreciera
Con una obstinación enamorada.
¡Ay, qué acometimiento de quebranto
Ir a tu corazón y hallar un hielo
De irreductible y pavorosa nieve!
Por los alrededores de mi llanto
Un pañuelo sediento va de vuelo
Con la esperanza de que en él lo abreve.
Miguel Hernández (1.910 - 1.942)
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