Alfa y Omega
Cabe la vida entera en un soneto
empezado con lánguido descuido,
y apenas iniciado ha transcurrido
la infancia, imagen del primer cuarteto.
Llega la juventud con el secreto
de la vida, que pasa inadvertido,
y que se va también, que ya se ha ido,
antes de entrar en el primer terceto.
Maduros, a mirar a ayer tornamos
añorantes, y, ansiosos, a mañana,
y así el primer terceto malgastamos.
Y cuando en el terceto último entramos,
es para ver con experiencia vana
que se acaba el soneto... Y que nos vamos.
Manuel Machado (1.874 - 1.947)
0 comentarios:
Publicar un comentario