Una lágrima
Puede ser una lágrima la historia
de un corazón por el pesar vencido:
puede ser el adiós que la memoria
da a un bien soñado, si lo ve perdido.
El mudo grito que al espacio lanza,
tal vez, algún oculto sentimiento:
suspiro que, al morir, da la esperanza,
o de la dicha misterioso acento.
Puede ser la expresión callada y pura
de la fe sincera, o de entusiasmo ardiente,
y puede ser, también, de la ternura
el acento más dulce y elocuente.
Cuando la impulsa caridad sublime,
puede brotar por el dolor ajeno:
al rodar una lágrima, redime
un pasado, quizás, de sombras lleno.
Ella puede expresar cuanto en la tierra
al corazón conmueve o esclaviza.
¡Quién puede adivinar lo que ella encierra
cuando por un semblante se desliza.
Concepción de Estevarena (1.854 - 1.876)
.
0 comentarios:
Publicar un comentario